por Carlos Lee
El “smartphone” es una invención maravillosa. ¿Necesitas escanear un documento? Hay una app para eso. ¿Quieres solucionar un problema matemático complicado? Hay una app para eso. ¿Estás en un momento incómodo con alguien? Solo mira a tu celular y finge mandar un mensaje importante a tu jefe o tu amigo. Entonces, si el celular es tan conveniente, ¿por qué estoy tan enojado en este momento? Para esta semana tengo dos ensayos que entregar, tres exámenes finales, y una exposición para hacer y apenas estoy empezando hoy. No solo eso, el sonido de Facebook Messenger del celular sobre la mesa al lado mío no me deja concentrar.
¡Ting! Otra vez. ¡Ting! Basta. ¡Ting!
Decidí agarrar el celular de una vez, empujé un botón y me llevó a una conversación de Facebook.
– Hola, Juan. Tengo que decirte algo. – Escribió alguien que se llamaba Laura.
– Bueno, Laura… yo también a ti. – Le escribí.
– ¿Qué hiciste?
– Dímelo tú primero.
– Ayer… no estaba en mi casa estudiando. Estaba con mi amigo Jorge solo para dar un paseo por un rato, pero de repente me besó. Pero quiero que sepas que te quiero a tí. Te juro que no va a pasar de nuevo.
– Laura, escondí un cuerpo en tu jardín.
– ¡Juan, no juegues conmigo!
– Laura, ningún chico saldrá contigo, ¿entiendes? Espero que el cuerpo de tu amigo en tu jardín sirva como un ejemplo.
– Juan, dime que esto no es verdad.
Decidí ver el mensaje que me mandó y no respondí.
– ¡Juan, es en serio! – escribió otra vez.
– Maldita cretina tramposa desgraciada… deja de enviarme mensajes. Te voy a borrar de mi Facebook.
En ese momento, llegó alguien y rápidamente puse el celular donde estaba, agarré mis libros y salí de la biblioteca.
Sólo podía imaginar lo que el dueño del celular iba a pensar cuando viera todos los mensajes.
Carlos Lee está en su cuarto año estudiando español y francés. Habla cuatro idiomas, toca la guitarra y el saxofón y, sobre todo, tiene mucha pasión por el fútbol. Aparte de eso, escribe frecuentemente en su blog sobre fútbol, tecnología y otras cosas que pasan en su vida personal.